4.26.2006

Los Lobos




Criaturas extrañas; habitantes de los bosques del norte, lugar de mitos. Su camino en sombras perpetuas recorren, extasiados por el aroma de mi sangre, esa que brota de heridas abiertas con el filoso puñal de la traición.
Solo me encuentro, paseando por galerías adornadas con nogales y abetos, flores y frutos. Los diminutos seres parecen alegres ante la llegada de la primavera, sueñan con el calor del sol, la brisa fresca cayendo como un embrujo sobre ellos. Pero no son concientes del peligro que los acecha, oculto entre la niebla de una gris mañana espera el momento para sembrar el temor y la muerte con sus ojos de fuego. En la penumbra los lobos aguardan pacientemente...

“Entre arbustos verdes y jóvenes algo se mueve sigilosamente, observando sin maldad en sus ojos; en tan maravilloso mundo él es maravilloso. Mira a las calandrias azules llevar palillos para proteger a los pichones del frío, sonríe y siente angustia. Muy pronto sentirá melancolía.”

Un sonido molesta a las aves, las primeras en anunciar la presencia del enemigo, invisible entre tanta oscuridad… ¿en que momento el cielo se nubló dejándonos en tinieblas? No sabría decirlo.
En medio de aquel paisaje nocturno los arbustos frente a mi se mueven, no puedo ver el balanceo, pero percibo las vibraciones de esos enormes cuerpos grises y cubiertos de pelo. Los ojos, malignamente brillantes, anhelan sangre. Mi sangre.
Blanca es la flama de mi espada, presta a asestar letales golpes a cualquier criatura perversa que se atreva a acercarse a este espadachín. Me adelanto para confrontar al peligro, para eliminarlo. Sin embargo negra es la suerte que me acompaña en este viaje; lobos de negro pelaje y mirada de fuego saltan a mi encuentro, demasiado grandes, demasiado numerosos, para ser una manada de perros comunes. Ya se lanzan al ataque, no puedo huir; cercado entre majestuosos pilares vegetales de dilatada existencia, este cuerpo cansado de tantas peleas se defenderá una vez más.
Marcada tensión al dar comienzo ¿Quién romperá la pintura viva de un cuadro tan trágico?
Es otra hoja la que aplica el primer golpe, violento, efectivo. Cual danza de ángeles en la hoguera, acero, brazo y hombre forman delicadas curvas en el aire; un baile fluido y mortal para los participantes casuales.
Uno por uno los animales caen ante mi incrédula expresión, decapitados algunos, heridos incurablemente los restantes. Son decenas, son enormes, esos lobos no son de naturaleza conocida. Son rastros del mundo antiguo que, en un desesperado esfuerzo por perdurar, sirven a otros como asesinos, relegando su vida y libertad; olvidando su pasada belleza, para traer miseria a aquellos que alguna vez los admiraron con digno respeto.
La espada se enciende aun más pues los jefes se adelantan. Sus ojos muestran el fuego de la cólera y los dientes, preparados para desgarrar la carne, gotean lava y ácido que recorre la quijada de esas bestias abominables.

“El tiempo, cruel verdugo de reyes y reinos, se acerca con su ofrenda de especulaciones e incertidumbre para llenar los vacíos corazones de los ilusos que aun aferran alguna luz de esperanza. Más este es insignificante; él acepta su destino por haber sido marcado con las pisadas impresas al recorrer el mundo, luego de conocer el Bien y el Mal pero sin abrazar a ninguno.
Escucha pasos entre los arbustos protegidos por los árboles como los niños son acuñados con el cuidado paterno; pasos no humanos, pasos bestiales.”

Un lobo intenta atacar la espalda del espadachín, yo me lanzo sobre el animal mientras desenvaino mi espada. Pero antes de que siquiera pueda llegar al rango efectivo del arma, el hombre se desvanece y el gigantesco can cae muerto. Ya derribado exhibe una terrible herida que recorre todo su pecho, desde el esternón hasta la base del cuello.
Aunque durante la batalla no demostró signos de fatiga, ahora el individuo cae de rodillas, incapaz de sostener la espada que momentos antes dibujara junto a su cuerpo figuras luminosas en la noche diurna. Tirado, es presa fácil de someter y el último de los enemigos no desperdiciará la oportunidad de vengarse.

“Ajusta con el cinturón la hoja contra su cuerpo, sus ojos irradian excitación y miedo y siente los músculos tensos bajo la ropa. En el aire, el olor de la manada es familiar, es cercano, es emotivo”

Se adelanta el pie izquierdo, hay que dar un ligero salto de impulso con el derecho y caer asentando nuevamente el primero, luego comenzar el movimiento creando fuerza con las piernas, aprovechando el peso de la caída y, por ultimo desenvainar en forma rápida, desde atrás del cuerpo, para lograr el corte horizontal más veloz y preciso de todas las técnicas de esgrima, ese que llaman Tenbatou.
La bestia es cortada en mitades similares por tan poderoso golpe; de tal magnitud que mi espada se quebró. Un pequeño fragmento de metal lacera levemente la frente del muchacho que yace muerto en la hierba.

“Se llama Uriel y murió mucho tiempo atrás.”

Parado frente al guerrero, cuyo rostro no recuerdo, veo asomar al sol. Yo debo seguir el sendero…



Despierto y algo sobresaltado, un joven apaga el reloj a cuerda que descansa sobre la mesa de luz. Hoy contara a sus amigos los sueños que el cree manipular.
Se marcha sin notar el pequeño hilo de sangre que lleva en la frente.

4.11.2006

Desaparece.

Aparece y Desaparece. Con un salto hacia atras se pierde, y entonces trata de escapar de las miradas. Pero él no sabe que la gente le ignora.
Al ver que sus sueños son la realidad que vive, se siente triste. Me siento triste, la llave que me dejo Morfeo no me permite cambiar mis propios sueños, me sumerjo en una vida robada. Recuerdos secuestrados a la realidad para construir las mentiras que me dan esperanza cuando deambulo despierto...pero adormecido tambien.
...esperanza, maldita magia que alimenta el espirítu, negandole una muerte digna. Prolongando la agonía con ridiculos argumentos que no entienden de razón.

Aparece en el agua las ondas de los pies al caminar (sueño)

Desaparece la esperanza y comienzo a volar (sueño)

Caigo de repente, como cientos de durmientes poco originales y faltos de imaginación (despertar)

Lloro en la oscuridad y mis lágrimas no quieren acompañarme (realidad)